27 Mar Obesidad Mórbida ¿Problema de salud pública en Venezuela?

No es sólo un problema estético o de unos kilos de más, la Obesidad Mórbida (OM) es una enfermedad crónica que afecta física y mentalmente tanto al paciente como su entorno familiar. De hecho, la Organización Mundial de la salud califica a la OM como una epidemia mundial.

El cálculo de Índice de Masa Corporal (IMC) es el método más usado en la actualidad para hacer el diagnóstico de OM. Usted puede calcular su IMC a través de la siguiente operación:

IMC=Peso/talla al cuadrado, donde:

18.5 – 25  Normal

25 – 30  Sobrepeso

30 – 35  Obesidad clase I

35 – 40  Obesidad clase II

>40  Obesidad clase III.

En la Obesidad clase I, II y III el riesgo de contraer enfermedades asociadas es Moderado, Grave y Muy Grave respectivamente. También pueden usar la medición de la Circunferencia abdominal como factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Con valores mayor a 102 centímetros en hombres y 88 centímetros en mujeres existe más riesgo.

Estamos en presencia de una tendencia en el crecimiento de la obesidad en el mundo, tanto en países desarrollados como en aquellos en vía de desarrollo. En USA el 70% de la población tiene sobrepeso, el 52% en Brasil y el 65% en España. Este crecimiento ha causado un aumento en enfermedades asociadas a la OM, convirtiéndose en un problema de salud pública.

Los pacientes con Obesidad clase I o más se encuentran en una situación claramente perjudicial para la salud. A continuación, les menciono algunos datos estadísticos:

– Aproximadamente el 50% de los adultos con obesidad clase I son hipertensos. Más del 75-80% con obesidad clase II o III son hipertensos.

– Más del 50% de los pacientes con obesidad clase I presentan algún tipo de Dislipidemia. Aumento en sangre de LDL(colesterol «malo») y disminución de HDL(colesterol «bueno») y aumento de triglicéridos, lo que trae como consecuencia mayor riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica.

– El 90% de los pacientes con obesidad clase III cursan con Diabetes tipo 2.

– El 40% de los pacientes con obesidad clase I y II presentan Asma.

– El 60% de los pacientes con obesidad clase I o más sufren de Apnea del sueño.

Este aumento de la OM y sus comorbilidades representan un gasto multimillonario para los gobiernos del mundo. Las entidades de salud en la mayoría de los países cuentan con programas dirigidos a la prevención y control de esta enfermedad.

Para que estos programas de implementen, el primer paso es reconocer legalmente a la OM como una enfermedad crónica, de manera tal que se legisle y se ejecuten leyes para su control.

En Venezuela no hemos dado ese primer paso, por lo que no tenemos estudios oficiales, estadísticas ni planes diseñados para la OM.

En América Latina, países como Argentina, Perú, Costa Rica, México, entre otros, dieron ese primer paso. Por lo que, con basamento legal, pueden plantear distintas estrategias para el control y tratamiento de la OM.

Ahora bien, aunque es cierto que en nuestro país, en la última década ha disminuido la incidencia de la OM, actualmente el 50% de la población adulta presenta sobrepeso (Encovi 2019). La situación socio-económica obliga a la mayoría de la población a consumir alimentos procesados, ricos en grasas saturadas y azúcares. La situación en Venezuela es única, está ocurriendo una «superposición alimentaria», es decir, se observan al mismo tiempo el Sobrepeso y la Desnutrición. A pesar de ser términos tan distintos o antagónicos, tienen el mismo origen: La mala alimentación.

Los países con OM aumentan los gastos de hospitalización. El consumo promedio en nuestros hospitales es de $ 150 cama/día, estos pacientes pueden aumentar hasta 5 veces esa cifra. Que nuestras autoridades de salud pública reconozcan la OM como una enfermedad crónica con alta comorbilidad y promuevan planes para su control, se reduciría significativamente el presupuesto para hospitales públicos en Venezuela, en consecuencia, disminuye la incidencia de enfermedades asociadas a esta, pudiéndose usar esos recursos económicos para mejorar las acciones dirigidas al control de la «Superposición Alimentaria» y de esta manera garantizar nuestro derecho inalienable a la salud.

Dr. José Botello

El Cambio – Aragua